viernes, 27 de diciembre de 2013

Conoce la historia de los famosos Años viejos que se queman cada 31 de diciembre.

AÑOS VIEJOS

Ecuador

La tradición más popular cuando llega la medianoche, es quemar un monigote o año viejo que representa el año que termina. La costumbre está popularizada en todo el país.

Los viejos son quemados a las 00:00 horas del 1 de enero en las calles de las ciudades, frecuentemente con bastante estruendo (pues es común que se rellene a los viejos con  petardos) y luego todo esto es seguido por una cena y festejos.

Tiempo atrás se fabricaba a los monigotes con prendas usadas rellenas de aserrín o papel periódico, ahora se lo fabrica principalmente con madera, cartón, y papel.

Se realizan concursos para elegir el mejor monigote, principalmente en las ciudades de Quito y Guayaquil. Y se hacen presentaciones en vivo con juegos pirotécnicos a lo largo de todo el país.

Es muy común durante el31 de diciembre en especial en las zonas populares que los hombres se disfracen de "viudas" y pidan dinero en las calles a los autos que transitan, acompañados de bailes y palabras picarescas representando así el agravio que siente la “loca viuda” por la próxima partida de su esposo, en este caso el año que está porterminar.

Año viejo es un monigote que representa básicamente el año que termina, elaborado con ropa vieja, cartón o papel, relleno de paja o aserrín y con frecuencia con artefactos pirotécnicos, para ser quemado a la medianoche del 31 de diciembre en un gran número de países latinoamericanos, desde México hasta Uruguay aunque la costumbre está más arraigada desde el punto de vista popular en Ecuador, Colombia, así como en el sur de México y algunas regiones de Venezuela.

Características básicas

• La elaboración, exhibición estática o procesional y culminación con quema del Año viejo, en medio de una fiesta cargada de símbolos, hace parte de las celebraciones de fin de año noche vieja.

• Los muñecos que se elaboran en familia, grupos de amigos o vecinos y se exhiben en los barrios y fuera del concurso que algunas autoridades regionales organizan, generalmente representan en forma no específica a un anciano con pelo canoso y arrugas, con expresión triste o lastimera si la máscara es muy elaborada.

• Los muñecos que se elaboran para los desfiles y concursos locales suelen representar de manera caricaturesca los acontecimientos significativos o identidades reales o más específicas, sobre todo negativos relacionados con la política, la farándula, el deporte y en general personajes famosos populares, notorios en la localidad o región durante del año transcurrido, y precisamente el acierto y humor en esa representación son los factores que los jurados de los concursos tienen más en cuenta para premiar el mejor trabajo.

• En la mayoría de regiones igualmente el muñeco es acompañado de músicos y de una comparsa o puesta en escena con personajes simbólicos como la viuda, la plañidera o el diablo.

• En muchos lugares, antes o después de la quema, se lee un "testamento", en el cual, como culminación de la catarsis, con lenguaje irónico o satírico se hace recuento de los sucesos que caracterizaron el periodo que acabó y se dan recomendaciones a sus protagonistas para el nuevo año.

Significado

• La incineración a la medianoche del 31 de diciembre del muñeco es un ritual de purificación para alejar la mala suerte o las energías negativas del periodo que termina, así como de transición pues también se celebra la llegada del nuevo año aboliendo lo anterior.

• Como ritual de fuego representando la supresión de lo pasado para permitir una regeneración del tiempo y de las energías, la quema de un muñeco es común en muchas culturas y aun con transposición de fechas y de épocas tiene similares significados.

Orígenes

En la mayoría de países latinoamericanos a la costumbre se atribuye un origen hispánico y en España costumbres similares posiblemente sean derivados de rituales antiguos paganos europeos como las saturnales de los romanos o los rituales celtas como el Olentzero en el País Vasco y Navarra en España.

En algunos países, como Perú y México, la costumbre ya tenía antecedentes autóctonos aborígenes prehispánicos en ritos agrarios y purificadores, y algunos de sus elementos como danzas y el vestuario de la comparsa se han incorporado al ritual actual como parte del sincretismo propio de una cultura mestiza.

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